La franquicia no se resiente en España

·         El modelo de negocio vive momentos complicados por la incertidumbre política y otros aspectos

·         El sector aguanta la presión y consigue buenos números

El sistema de franquicias en España está viviendo momentos complicados propiciados en gran medida por la situación de incertidumbre política y por ciertos conflictos surgidos alrededor de algunos sectores de la franquicia que han provocado ciertos conflictos entre franquiciadores y franquiciados.

Empezando por el segundo punto, el de conflicto entre franquiciados y franquiciadores, hay que resaltar que en los últimos tiempos han surgido informaciones que han puesto de manifiesto ciertas tensiones entre ambos protagonistas. Esta situación ha tenido una mala publicidad y ha provocado que algunos empresarios u emprendedores se hayan querido desvincular de este sector que ha sabido resistir bien a esta situación y ha sabido seguir generando confianza entre los usuarios.

Por otro lado, está el tema de la inestabilidad política que vive España. Esta situación ha provocado, en todos los ámbitos, incluido el empresarial y dentro del sistema de franquicias, que el sector se vea resentido, ya que la falta de estabilidad y de certidumbre implica que los empresarios vean con cierto recelo llevar a cabo cualquier tipo de inversión sin antes saber qué pasará.

El sector, y el mundo empresarial en general, necesita contar con un clima de confianza que le genere estabilidad y que propicie que sigan aumentando las inversiones y las expectativas de seguir siendo un referente se confirmen.

En resumen, el sector de las franquicias sigue teniendo muy buenas expectativas de crecimiento de cara al futuro, aunque para continuar por esta senda de éxito debe contar con certidumbre que invite a realizar inversiones de cara al futuro.