Franquicias Iglú. Entrevistamos a su Director de Expansión, Javier Mon

¿Cuál ha sido la trayectoria de Iglú desde sus comienzos?

Iglú nace hace más de una década, lo hace tras un exhaustivo estudio de mercado, como un proyecto a largo plazo, contando con el valor añadido de los contactos y la experiencia en el mercado asiático con el que ya contábamos, y con la capacidad para aprovecharlos que nos ofrece atesorar en la empresa personas con un amplio bagaje en empresas de transporte internacional. Ambos valores solidifican algunos de los cimientos para este proyecto. Una vez constatado que la oferta es la adecuada, que el público responde tal y como se esperaba, tras unos años probando el modelo, y habiendo adquirido un centro logístico para la recepción de contenedores y expedición de los pedidos, durante el año 2019 comenzamos a pensar en franquiciar, ya que en este punto contábamos con la seguridad de que el modelo es totalmente rentable, y por lo tanto se puede replicar.

¿Cuál es la situación actual de la empresa y qué objetivos se han fijado para los próximos meses?

En la actualidad tenemos franquicias en Asturias y Galicia y nuestra intención es continuar extendiendo nuestra red tanto en las comunidades en las que ya estamos presentes como en todo el territorio nacional.

¿Qué perfil de franquiciado buscan?

No existe una tipología ideal única. Sino que buscamos personas comprometidas y con un perfil emprendedor. Esto es lo único imprescindible, ya que la formación corre a cargo de la franquicia. No es preciso contar con experiencia en el sector. Si bien es cierto que a nuestros socios que ya han trabajado en actividades parecidas les resulta más fácil al principio asimilar toda nuestra metodología.

¿Qué inversión inicial es necesaria para abrir una franquicia Iglú?

La inversión necesaria, con el canon de entrada incluido, es de 45.000 euros, excepción hecha de las posibles reformas que precise el local. En esta cantidad se incluyen, entre otros: los equipos informáticos y programas diseñados a medida, que les ayudarán a gestionar desde las tareas cotidianas como el etiquetaje, la facturación o el aprovisionamiento, sin olvidar el control remoto del punto de venta e incluyendo también el módulo de fidelización de clientes; una primera entrega de mercancías, valoradas en 25.000 euros; el mobiliario con iluminación incorporada, diseñado y fabricado a medida para cada local; los rótulos específicos que precisa cada establecimiento; y el packaging necesario para comenzar la actividad. No se incluyen licencias, ni obras de adecuación, que dependen del estado previo del local en sí. Y señalar que en nuestra franquicia no existen los royalties, ni ningún otro tipo de pago periódico en concepto de permanencia en la cadena.

¿Cómo valora la situación actual del sector y su posible evolución para el futuro?

Como parece lógico pensar, los elementos tanto prácticos como decorativos para el hogar, han experimentado un crecimiento de ventas desde que acabó el confinamiento, debido a la mayor cantidad de tiempo que pasamos en nuestros hogares en detrimento de otras actividades, por lo que el sector de hogar no ha sido uno de los damnificados durante la pandemia, sino todo lo contrario esta resultando reforzado. No obstante en este punto nos gustaría comentar que nuestro concepto ve la luz hace más de diez años, inmersos en la anterior crisis económica y hemos estado creciendo durante todos estos años, a pesar de los momentos de incertidumbre económica, estableciendo un crecimiento lento pero firme, sobre unos cimientos muy sólidos, en los que el control del gasto, un amplio margen comercial, y la comercialización de productos refugio que mantienen estable, o incluso aumentan su demanda, se convierten en algunas de nuestras principales herramientas para continuar con una evolución favorable de cara al futuro.