Franquicias Lemongrass. Entrevistamos a su Franquiciado, Nacho López
1. ¿Por qué decidiste unirte a la franquicia Lemongrass?
Conocí Lemongrass porque era cliente del restaurante que tienen en la calle Ribera (Valencia) y la verdad es que desde el principio me enganché a su cocina fusión tailandesa.
Además, desde hacía un tiempo tenía la inquietud de montar un negocio de restauración, así que unos meses más tarde di el paso, pregunté si sería posible abrir un local de la marca e inicié el contacto con su responsable de expansión.
2. ¿Cómo está siendo tu experiencia como franquiciado de la firma?
Como siempre que se pone en marcha un negocio hay que afrontar una serie de dificultades asociadas, sobre todo, a los trámites burocráticos que es necesario cumplir para que todo esté en regla y puedas colgar el cartel de “abierto”.
Al margen de estas cuestiones, los resultados y la experiencia están siendo plenamente satisfactorios y, después de inaugurar nuestro primer restaurante en el CC Aqua (Valencia), decidimos apostar más fuerte y entrar en un mercado competitivo y con mucho potencial como el madrileño (calle Montera), en el que ya teníamos experiencia con otros proyectos empresariales.
3. ¿Cuál es el apoyo de la central de franquicias de Lemongrass?
Desde el momento en que inicié el contacto con el departamento de desarrollo de la marca el trato ha sido directo, profesional y, sobre todo, humano. Ya con la apertura del primer restaurante nos ofrecieron la posibilidad de colaborar durante un mes en la gestión diaria de su restaurante valenciano para conocer todos los secretos para su correcto funcionamiento.
El apoyo antes y durante los primeros días tras la apertura y de cara a la selección de cocineros que mantengan el verdadero ‘ADN’ de Lemongrass, su cocina, han sido otros de los puntos que nos impulsaron a abrir nuestra segunda franquicia con ellos.
4. ¿Cuál crees que es la ‘receta del éxito’ de Lemongrass?
Sobre todo, que se trata de un concepto de restauración poco explotado en España y pionero en franquicia: una gastronomía fusión genuinamente tailandesa, con ingredientes de primera calidad.
Otro de los aspectos que considero clave es que ofrecemos un total grado de adaptación de nuestra cocina a los gustos de cada cliente y la eficacia de la misma (la servimos en 3 o 4 minutos).
El hecho de que tengamos además servicio de mesa y un precio muy asequible (sobre unos 9 euros con bebida incluida), nos convierten en una opción muy atractiva pese a la crisis y la amplísima variedad de ofertas de restauración del mercado español.
5. ¿Cuáles son los platos que más demandan sus clientes?
Más que de platos, hablaríamos de ingredientes como los tallarines de huevo acompañados de pollo y salsas como las de teriyaki, soja o curri.
Aun así, como comentaba antes, existen tantas opciones como clientes, ya que pueden elegir y combinar entre sí los diferentes alimentos de nuestras tres categorías, lo que llamamos el ABC de Lemongrass. Gracias a este concepto componen, personalizan y disfrutan en cada ocasión del plato que más les apetece.
6. ¿Qué le diría a alguien que se está planteando montar una franquicia de restauración?
Sobre todo, que se tomen su tiempo conversando y conociendo al personal de la central con el que va a tener que trabajar desde el comienzo de su actividad. En mi caso este aspecto fue fundamental, ya que al hacerlo me di cuenta de que los fundadores de Lemongrass tienen un verdadero saber hacer, un amplio conocimiento del sector y de la cocina que ofrecen.
Al margen de esto, la dedicación diaria y constante a tu restaurante, a supervisar y optimizar todos los procesos que influyen en que un plato llegue a la mesa del cliente de manera perfecta, es fundamental y sin ella no hay ningún negocio que funcione.