Franquicias Mundopan a Domicilio. Entrevistamos a su Franquiciadas, Marisol y Flori
Habéis comenzado recientemente con vuestras labores de reparto en la zona de Masquefa, en Barcelona: ¿con cuántos clientes contáis ya?
-Comenzamos nuestro trabajo a mediados de agosto con 150 clientes y actualmente contamos con 280.
¿Cómo calificaríais vuestra acogida entre los vecinos de las zonas en las que operáis?
-De ‘muy buena’. Al ser un servicio que era nuevo en nuestra zona, de entrada, las personas a las que se lo ofreces te miran extrañados por el tema de que el buzón es gratuito, porque no existen mínimos de consumo y porque se lo llevas a casa. Todos se preguntan dónde está el truco pero, al ver que no existe tal, se muestran muy contentos porque el pan y el servicio son buenos.
¿Cómo conocisteis la marca?
-Por Internet. Queríamos montar algo y el hijo de Marisol descubrió Mundopán; les gustó mucho la idea y, aunque yo al principio de mostraba desconfiada, a medida que fui contando con más información, me di cuenta de que era una buena idea de negocio.
¿Con qué tipo de ayudas habéis contado para poner en marcha el negocio?
-A nivel económico disponíamos de recursos propios y capitalizamos el paro de ambas. A nivel afectivo, la familia nos ayudó a decantarnos por este modelo de negocio y siempre contribuyen a que veas las cosas más claras. Actúan como ‘el abogado del diablo’ y ponen ‘el acento’ en detalles que a veces la ilusión no te deja ver.
¿Cuál es la labor más difícil en vuestro trabajo diario al frente de la delegación?
-Todo tiene su parte difícil; el tema del reparto es duro porque hay que tener las pautas muy claras. También los temas del control de stocks, de las previsiones y del almacenaje han sido al principio tareas difíciles. En cambio, el sistema informático de gestión es uno de de los ‘fuertes’ del día a día, ya que nos ayuda mucho en todas las tareas relacionadas con la gestión, a la vez ofrecemos una más eficaz prestación al cliente (podemos actualizar su pedido diariamente, enviarle a final de mes una factura detallada de su consumo, etc.).
¿Cuál era vuestro perfil profesional? ¿Ha sido una opción de autoempleo ante el paro?
-Yo trabajaba en un laboratorio y lo dejé para emprender este negocio. Marisol trabajaba como cartera y, al surgir la idea de Mundopán, también dejó su puesto. En definitiva, no teníamos nada de experiencia en la gestión de un negocio ni nada que ver con el sector de la panadería; en cambio, nos hemos dado cuenta de que, con ganas e ilusión, no hace falta. Además, ‘detrás’ hemos tenido un soporte bueno de apoyo, la central, que soluciona las dudas y los problemas. Ellos están muchísimo ‘por nosotros’, nos sentimos protegidas y seguras porque están detrás. Con ellos no necesitas saber.
¿Cuáles son los factores para que el negocio funcione?
-Fundamentalmente, las ganas de trabajar y la seguridad de tener gente ‘detrás’ que te ayuda.
¿Qué le dirías a alguien que está pensando emprender de la mano de esta marca?
-No habíamos regentado ningún negocio antes pero sabemos que es difícil obtener beneficios. Nosotras, tras el primer y el segundo mes de actividad, ya hemos tenido ganancias que hemos empleado para invertir en mejoras. Estimamos que en el tercero ya podremos obtener ingresos para nuestro propio sueldo.