Franquicias Nitydo. Entrevistamos a su Franquiciadas de Nitydo, Las Anas
¿Qué le llevó a escoger este sector para iniciar su actividad como franquiciado?
En principio nuestro interés por la moda, base fundamental para nuestro trabajo. Las pocas tiendas NITYDÖ que había entonces, nos gustó la idea de crecer y aportar algo a esta empresa. También el hecho de que en nuestra ciudad no había tiendas que tratasen la moda de forma tan especial y única.
¿Qué diferencias encontró en NITYDÖ que le hicieron optar por esta franquicia?
En primer lugar un equipo humano excepcional, con interés por los franquiciados. Unas características económicas que no eran excesivas. Un encanto que las demás no tenían, el tipo de producto es totalmente diferente al de otras tiendas de complementos, trabajamos con primeras marcas de la mejor calidad, si vendes calidad el cliente queda contento y vuelve.
¿Cómo ha sido la atención recibida por la Central antes y después de la firma del contrato de franquicia?
Nos quedamos sin palabras... des del primer contacto con el departamento de expansión, conocer al director y a todo el equipo que con él trabaja, son excelentes personas y excelentes profesionales, siempre que hay un problema están ahí, siempre podemos contar con ellos para lo que sea, pensamos que esa es la mayor suerte que hemos tenido al escoger esta franquicia.
¿Qué ventajas o desventajas se encuentra un franquiciado de NITYDÖ respecto a una tienda individual?
Desventajas pocas por no decir ninguna, ventajas todas, es decir, no es lo mismo empezar solo una cosa sin asesoramiento, que tener detrás gente experimentada que van guiándote sobre todas las dudas que se van presentando, que son muchas. No tenemos que comprar el género directamente al proveedor sino que ellos lo hacen por nosotras con mucho gusto, además el producto que no se vende puede devolverse así no tenemos stock residual de que preocuparnos.
Si tuviera que partir de cero; ¿apertura individual o a través de franquicia?
A través de la franquicia, no sabemos si por lo bien que nos han ido las cosas o por las personas tan majas que hemos conocido, pero no haríamos las cosas de otra forma.