Franquicias Pets Place. Entrevistamos a su Dtra. de Expansion , Elisabeth Straehle

¿Cuál ha sido la trayectoria de Pets Place desde sus comienzos?

Pets Place empezó en Holanda ante la evidencia de un publico que demandaba una mayor oferta de productos y accesorios para sus mascotas. La fórmula Pets Place tuvo tanto exito que no se tardó en franquiciar la enseña a fin de poder abarcar a una mayor parte del mercado y expansionarse con mayor rapidez. Desde entonces han pasado 10 años y ahora la enseña, con una experiencia de más de 200 franquicias ha aterrizado en España con el objetivo de alcanzar el mismo éxito que tuvo en los Paises Bajos. Actualmente contamos con 10 franquicias y 3 tiendas propias.

¿Cuál es la situación actual de la empresa y qué objetivos se han fijado para los próximos meses?

Actualmente estamos en plena expansión y nuestros objetivos son bastante ambiciosos. Teniendo en cuenta la gran demanda que estamos teniendo creemos que en pocos meses ya habremos firmado 20 contratos más.

¿Qué perfil de franquiciado buscan?

El perfil del franquiciado es el de una persona emprendedora, con entusiasmo, ganas y que le gusten los animales. No es imprescindible que conozca este mundo porque la franquiciadora le imparte un curso de 160h en el que se le dan todos los conocimientos que se requieren para abrir una franquicia Pets Place.

¿Qué inversión inicial es necesaria para abrir una franquicia Pets Place?

La inversión inicial depende mucho de las dimensiones y caracteristicas del local, pero podriamos hablar de unos 900 euros /m2 (incluyendo producto, mobiliario, obra civil, etc)

¿Cómo valora la situación actual del sector y su posible evolución para el futuro?

Viendo las carencias que todavía hay en el sector de tiendas de animales, auguramos que el éxito va a ser seguro y la evolución bastante rápida. Hay que tener en cuenta que es un sector que todavía no esta profesionalizado y a menudo los que tienen mascotas se encuentran con que no saben donde ir a comprar las “pijaditas” y los accesorios para sus animales, y acaban haciendo un peregrinaje a las típicas tiendas de barrio que suelen ser un cajón de sastre o acuden a Centros Comerciales donde la oferta es bastante limitada